Opinión
¿Quiénes ganan, con los nuevos torneos interclubes?
Los equipos de la Liga BBVA MX Femenil que suelen sumar más puntos jugarán ante clubes de Estados Unidos, y de otros países del continente, en dos diferentes torneos de nueva creación. Se trata de estrategias de las ligas estadounidense y mexicana, y de la Concacaf, en una apuesta por el crecimiento del futbol del área, y, sin embargo, a mí esta situación me genera algunas interrogantes.
Estos nuevos torneos son la Copa de Campeones Concacaf W y la Summer Cup LIGA MX Femenil X NWSL, anunciados en las dos últimas semanas.
En el caso del primer certamen, constituye la primera competencia oficial continental de clubes femeninos de la región. En ella participarán tres clubes de México, que clasificarán en función del mérito deportivo, mediante criterios que deben ser propuestos por la asociación miembro y ratificados por Concacaf. En tanto, en la Summer Cup jugarán Tigres, América, Chivas, Rayadas, Pachuca y Tijuana, al ser las seis escuadras con más puntos obtenidos en los torneos de 2023.
Lo que me cuestiono es a quiénes pueden potenciar estos torneos y a quiénes dejan fuera, y por qué, específicamente hablando de México. ¿Acaso el roce internacional de unos equipos, los de siempre, puede traducirse en un crecimiento de la brecha entre los equipos de la liga mexicana? ¿Y/o también podría vivirse un crecimiento para los equipos de media tabla para abajo, de alguna manera? ¿Qué reflexiones y emociones tendrán las jugadoras de los equipos que ahora están lejos de participar en estos torneos?
Me parece que todas las futbolistas invierten notablemente en su carrera, solo que algunos clubes dejan de hacer lo necesario para incrementar la competitividad y potenciar el desarrollo de sus planteles femeniles. ¿O será que jugadoras y clubes se verán motivados por participar en estos juegos internacionales, y elevarán las acciones para competir por un lugar? Imaginemos a Santos, Mazatlán, Necaxa, por ejemplo, con esa aspiración.
Lo que pienso que puede pasar, mas reconozco que solo es un supuesto que proviene de observar el caso español, es que quien gane también, en fortalecimiento y crecimiento del nivel futbolístico, sea la Selección Mayor de México.
Esto porque, de las 23 futbolistas que tuvieron participación en la última convocatoria, la correspondiente a la Copa Oro W, solo una no estaría jugando la Summer Cup, al pertenecer al club Juárez, mientras que el resto entraría en esta competencia de alianza con la liga estadounidense, y es muy probable que la mayoría juegue la Copa de Campeones Concacaf W, si acceden a ella Tigres, América y Rayadas.
La Copa de Campeones se llevará a cabo cada año e incluirá a los mejores clubes femeninos de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe. Será el único camino para los clubes regionales de Concacaf hacia la nueva Copa Mundial de Clubes Femenina de la FIFA.
Entonces tenemos que varias de las futbolistas de la Selección Femenil Mexicana jugarán en sus clubes con cotidianidad, y como extra novedoso tendrán la posibilidad de roce internacional con sus equipos, ya no solo por las alianzas y juegos amistosos que éstos han impulsado en los últimos dos años, sino por los nuevos torneos que organizan las ligas norteamericanas citadas, la Concacaf y la FIFA.
Hablaba del caso español, y con esto me refiero a que varios factores llevaron a España a ser la reciente campeona del Mundial; uno de ellos quizá, el trabajo notable, fichajes e incremento en el nivel de competencia que el Barcelona adquirió, al sumar mayor constancia en sus participaciones en la Champions League.
El Fútbol Club Barcelona femenino fue reconocido como el mejor club del mundo en la gala del Balón de Oro 2023. El Barça ha ganado dos títulos de la UEFA Women’s Champions League (2020-2021 y 2022-2023), y ha jugado cuatro finales de la Champions. Quedaron subcampeonas en las ediciones 2018-2019 y 2021-2022.
De las 23 jugadoras convocadas al Mundial de 2023, ocho jugaban para el Barcelona, mientras que una regresó recientemente a ese club. Son muchas las jugadoras internacionales que afirman que jugar con o ante jugadoras destacadas, te impulsa a crecer. Entonces estaríamos hablando de que para la Selección española estuvieron un tercio de jugadoras blaugranas que también pudieron aportar lo suyo para elevar la llamada competencia interna y mejorar entre todas las españolas, de cara a competir por el máximo reconocimiento mundial.
Finalmente, la única manera de conocer el impacto de estas nuevas competencias será con el paso del tiempo y una metodología de evaluación específica, que ojalá tengan sus participantes y organizadores. Esto podrá dar argumentos para conocer si las estrategias fueron adecuadas o qué más, y cómo, se puede hacer para impulsar al futbol femenino mexicano, del continente y del mundo. Ojalá se hicieran más competencias, u otras diferentes, para que todas las personas que hacen el futbol femenino, las jugadoras que son las protagonistas, pudieran disfrutar de ello, y mejorar.
Porque, al final, ¿cuál es el futbol que deseamos? ¿Cómo hacer un futbol rentable, justo, igualitario? ¿Quiénes ganan con los torneos interclubes, además de los equipos participantes?
Sobre la autora
Miriam Padilla nació en la tierra de la torta ahogada y se sabe una apasionada del futbol. Estudió Periodismo en la Universidad de Guadalajara y la maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del ITESO. Ha dedicado su tiempo y energía a espacios como el periódico El Informador, a blogs deportivos independientes, y al activismo y la construcción con mujeres, desde el colectivo ciclista Femibici.