Opinión

¡Nadie nos quita lo bailado!

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Agradecimiento especial a Adrianelly Hernández, por compartir la noticia sobre la prohibición en el reglamento y retroalimentar este artículo de opinión.

El asombro, la inteligencia, el aprendizaje y el disfrute llegaron en combo, a la narración y análisis de las acciones del futbol mexicano, con la dupla Julia Headley-Desirée Monsiváis, en febrero de este año. Algo único y para agradecer.

Sin embargo, ¿qué creen? Los directivos del futbol profesional prohibieron recientemente que las personas futbolistas en activo participen en las labores de medios de comunicación. La fiesta que vivimos con la transmisión de la Copa Oro W mediante esta dupla y con la participación de Monsiváis en una mesa de análisis en particular, se esfumó.

“Nadie nos quita lo bailado”, aunque francamente lo considero un desacierto y me pregunto cuál es la intención detrás. ¿Qué les activó las alarmas? Necesitamos más de esa calidad de transmisiones, ante la oferta actual. Ya hemos visto, con Monsiváis y en múltiples entrevistas, que las futbolistas tienen mucha riqueza para aportar, desde su experiencia, conocimientos y palabra.

Y es que Desirée es una apasionada y conocedora del futbol, en la práctica y en la teoría. Para quienes no tengan el gusto de conocerla, menciono algunas de sus credenciales:

Es una de las goleadoras históricas y pionera de la liga, con 133 goles; ha sido campeona dos veces con el Club de Futbol Monterrey, y su talento y personalidad la han llevado a jugar para tres escuadras internacionales y tres nacionales. Estudió Dirección Técnica en la ENDIT (Escuela Nacional De Directores Técnicos), de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut), y tiene estudios en arquitectura y la práctica como tal, aparte de su formación como futbolista profesional.

El “Reglamento de competencia, temporada 2024-2025”, que contempla su cumplimiento hasta el torneo Clausura 2025, de la Liga BBVA MX Femenil, y aprobado por el Comité Ejecutivo el 03 de julio de 2024, dice:

“Conforme al artículo 23 del Reglamento de Afiliación, Nombre y Sede de la FMF, las jugadoras e integrantes del cuerpo técnico que sean registradas en los clubes de la LIGA MX Femenil, no deberán ejercer actividades de prensa escrita, radio o televisión o cualquier otro medio de comunicación”.

Hay que decir que también el reglamento para la categoría varonil tiene prácticamente el mismo párrafo incluido. Sin embargo, es distinto el impacto que puede traer consigo en términos de garantizar calidad en la difusión del futbol femenil y sus activos. O así lo veo.

En la columna pasada señalaba que aún a la fecha, después de siete años recién cumplidos (28 de julio) de liga profesional femenil, aún continúan los casos en los que se banalizan las coberturas del futbol hecho por mujeres. Se cuelan manifestaciones del discurso patriarcal como la infantilización de las jugadoras y generizar en masculino (hablan de “la árbitro”, en vez de “la árbitra”). Y sí, son mayormente hombres los que están en los medios y los que cometen estos horrores.

Dudo mucho que falte preparación de los partidos del varonil para, entre otras cuestiones, acertar en los nombres de los jugadores o evitar llamarles “niños” o “chicos”, aunque confieso que dejé de seguir la categoría tipo en 2012, por desencanto.

Ser mujer no te da en automático una perspectiva de género, es necesaria una deconstrucción, bien dice Adrianelly Hernández, periodista, investigadora y docente mexicana, egresada de la UNAM. Sin embargo, sé que varias futbolistas la tienen y que en general ellas tenderían a hacer lo mejor posible, en un papel comunicativo, porque, entre otras cosas, ellas han sido las protagonistas, y muchas veces las afectadas, en cómo desde la palabra escrita y oral han sido incorporadas (o no) al mundo, como parte activa del universo futbol-sociedad.

Lo que experimentamos con Headley y Monsiváis fue profesionalismo puro e inteligencia. Se notó preparación, proporcionaron datos, comunicaron con calidad y claridad, les aprendimos, les escuchamos verdades-pensamiento crítico, disfrutamos de sus voces y conocimiento, de su pasión y del respeto hacia las jugadoras. Prácticamente cada persona aficionada, en “X”, que valoro y sigo, las felicitó y halagó a ambas, por su desempeño para narrar las acciones de la Selección Nacional Mayor.

Desirée tiene una inteligencia y elegancia para decir las cosas… Lo mostró en Futbol picante (ESPN). Y fue disfrutable verla ahí no solo por la comunicación verbal y no verbal que tuvo, sino por romper con esa imagen gastada (y cada vez más refrescada por mujeres) de una mesa de análisis únicamente conformada por hombres, que ha perdurado por años en ámbitos como la política y el deporte. Fue épico por demostrar que el futbol, y hablar de futbol, nada tiene que ver con el género, como también han probado otras compañeras. Monsiváis es capaz, tiene la preparación y el profesionalismo, y destaca en sus participaciones ante medios.

Entonces, si futbolistas en activo como ella sumaron a la comunicación de nuestro futbol e hicieron la diferencia, con respecto a personas que llevan años en el medio, ¿para qué evitar que participen?

Sí tengo pruebas y carezco de dudas de que muchas futbolistas, en activo, tienen la capacidad y el conocimiento para abonar a las prácticas comunicativas en torno a la industria del futbol. Porque también las ayuda su preparación académica para ello. 

Sabemos que la Liga BBVA MX Femenil tiene una incidencia significativa en estudios de licenciatura e incluso posgrado (61.9%, en 2021, El Economista); prácticamente todas tienen al menos el nivel de preparatoria cumplimentado. Y varias han estudiado para dirigir equipos (ENDIT, Femexfut).

De cara a un nuevo reglamento, vigente a partir del Apertura 2025, en vez del prohibicionismo, podría plantearse cómo sí participar de las actividades de los medios, y quizá marcar algunos límites, porque no todas las personas futbolistas tienen el profesionalismo para cuidar y desempeñar ambos roles.

En fin. Muchas gracias a Desirée, por lo vivido, disfrutado y abonado. En su momento solo reconocí su labor en una publicación en “X”, aún cuando ya tenía esta columna. Ahora gozo del recuerdo, de retomar su caso, y hago votos porque podamos escuchar cada vez más las voces de las mujeres futbolistas -y de otras profesiones- que suman a lo que engloba la industria del futbol, porque tienen como uno de sus valores: la responsabilidad.

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