Opinión

Más que una batalla

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Más que una batalla

Por Luis Alfredo Domínguez

Cada segundo domingo de febrero hay un evento que paraliza al mundo, un evento que no necesita preámbulo ni mucho menos presentación, y es que el superbowl, además de ser un evento internacional, es una batalla épica, donde las dos conferencias de la NFL buscan salir victoriosas para conseguir al ansiado trofeo Vince Lombardi.

Una contienda donde el más fuerte, el más inteligente o el que cometa menos errores es quien podrá alzarse como gran monarca del futbol americano, un evento que contiene muchos ingredientes para ser catalogado como el tercer evento deportivo más importante a nivel mundial, solamente por debajo de las olimpiadas y los mundiales.

Al margen de lo deportivo, un superbowl genera una derrama económica de 34 mil millones de dólares, distribuidos en derechos de televisión, anuncios comerciales, venta de comida, espectáculo de medio tiempo y una fuerte presencia de apuestas.

La edición de 2023 por primera vez dejó a la marca refresquera Pepsi para tener el cobijo de AppleTV, movimiento estratégico que de entrada costó 50 millones de dólares al gigante tecnológico; en México, la audiencia fue de 20 millones de personas, y alcanzó una cifra a nivel internacional de 120 millones de espectadores.

Un evento con tintes mexicanos, y es que para cada edición del famoso superbowl se utilizan poco más de 130 mil toneladas de aguacate con el que se preparan 3.8 millones de kilos de guacamole para aderezar los alimentos en cada edición del magno evento; hay otros datos relevantes a nivel gastronómico, se consumen 1.4 mil millones de alitas de pollo y 52.7 millones de cajas de cerveza, el propio evento pone a tambalear a los anunciantes, toda vez que los anuncios de 30 segundos están tazados en 5.5 mdd, es decir, 183 mil 333 dólares por segundo; no cabe duda que un superbowl es más que una batalla deportiva.

Ahora bien, para la edición número LVIII del súper domingo, se enfrentarán la escuadras de Kansas City chiefs, comandados por Pat Mahomes, ante los gambusinos de los San Francisco 49ers, dirigidos en el terreno de juego por Brock Purdy; los primeros llegan con una marca de 11 ganados y 6 perdidos y un porcentaje de .647 de efectividad, mientras que los de la bahía llegan con una marca de 12 y 5 con un porcentaje de .706.

Si se pusieran los números sobre la mesa, claro está que los de la bahía llevan ligera ventaja sobre los de Kansas.

La contundencia por aire de Mahomes y la manera de correr sus diagonales, lo catalogan como un quarterback de nueva escuela, mientras que los de la bahía tienen más explosividad para avanzar en sus ofensivas, son dos escuelas diferentes, dos estilos distintos que le dan esa pizca de virtuosismo.

Luego de 4 años, ambas escuadras se vuelven a ver las caras, en la edición del 2020 se enfrentaron en la grama del Hard Rock Stadium, casa de los Miami Dolphins, encuentro en el que los comandados por Patrick Mahomes se alzaron con la victoria con una pizarra de 31 – 20 sobre los dirigidos en aquel momento por Jimmy Garoppolo, ahora, para la edición LVIII; se enfrentarán las mismas escuadras, ahora en el Allegiant Stadium, escenario que alberga a los Raiders de Las Vegas; un duelo entre Pat Mahomes y Brock Purdy en el que tendrán que establecer las condiciones de su poderío ofensivo y la lectura de partido para poder situarse como la mejor de las escuadra.

Sin lugar a dudas, un superbowl tiene muchas aristas que le dan su importancia y logran posicionarlo como el tercer evento deportivo más importante a nivel internacional.

Sobre el autor

Luis Alfredo Dominguez, docente universitario y analista deportivo.

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