Opinión

Las futbolistas al centro y la asamblea de socios

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La liga profesional mexicana se debe, principalmente, a las futbolistas. Ellas son las protagonistas, las que ponen el cuerpo para hacer posible, y atractiva, la Liga BBVA MX Femenil. Entonces, la lógica/consciencia/corazón dicta que es necesario ponerlas al centro y garantizar que las condiciones que les rodean sean las mejores, para un desempeño óptimo. Si se prefiere ponerlo en estos términos: si ellas caen, el negocio también.

En un restaurante, por ejemplo, es importante garantizar que la materia prima, los ingredientes, sean de la mejor calidad, y que su tratamiento sea adecuado. Sin embargo, quiénes cocinan esos alimentos y su integridad en el área de trabajo, también es un tema prioritario para que el buen nombre del establecimiento y sus números negros continúen.

No solemos saber el nombre de quiénes preparan las delicias que nos comemos de vez en cuando, sin embargo, podemos notar que la sazón es distinta, o que el producto bajó de nivel, y es posible que nos desencantemos, bajemos la frecuencia del consumo o que prefiramos otras opciones gastronómicas.

Todo esto lo traigo a colación, porque recién hubo una primera Asamblea de Socios, específica para la división femenil, a siete años de la creación de la liga jugada por mujeres, y los siguientes son los objetivos y temas que destacan, los clubes, liga y Federación:

Pretenden, en suma, y mediante una agenda de trabajo, lograr la evolución y consolidación del futbol femenil en México, a niveles deportivos, operativos y comerciales, con total independencia del futbol varonil (periódico ESTO).

El deseo desde esta columna es que, al menos en este nivel “deportivo” se incluya una visión integral que tome en cuenta a las futbolistas como personas. Y como prioridad. Desde cada club, desde la Federación Mexicana de Futbol y la liga.

Por hablar de un caso y de un rubro, recién Ana Campa, jugadora del León, expuso públicamente la situación en la que se encuentra. Ella expresó la falta de acompañamiento del club, ante un accidente ocurrido en un entrenamiento, tanto a nivel recuperar la salud, como en materia de derechos laborales. La reacción del club fue publicar un comunicado que contrasta con lo dicho por Campa, en vez de asegurar que tendría un acercamiento con ella, para garantizar que se experimente atendida como necesita.

Como dice la ex futbolista y brillante pensadora, Paola López Yrigoyen: “A ningún jugador le conviene externar estas situaciones, y cuando llegan a hacerlo, es porque ya fue suficiente. A nadie, y menos en femenil, le conviene ‘exhibir’ al club. Espero, por ella, que la atención médica adecuada llegue”.

Luego tenemos algo muy importante que atender en el futbol mexicano, que es liberarlo de violencias. Es urgente, prioritario y necesario, que sea una de las máximas a poner atención, en la Asamblea de Socios.

De acuerdo con la revista Proceso, la Asamblea, a propósito de esta primera reunión, dejó de referirse a este tema, en su reporte de estadísticas que ha logrado la liga femenil:

“En los números que compartió la Liga MX Femenil no se detalló qué datos ha obtenido del protocolo contra la violencia y a favor de la diversidad e inclusión, el cual fue presentado el 10 de julio de 2023”.

El 7 de diciembre pasado, Proceso dio a conocer la violencia sexual que se le atribuyó al ex director técnico de Necaxa Femenil, Jorge Gómez. Un par de semanas después, éste renunció a sus cargos. Sin embargo, no supimos, ni por el club ni por la liga, qué acciones específicas se emprenderían en favor de las jugadoras, para reparar el daño, y cuáles, de investigación y consecuencias, hacia Gómez. La liga y la FMF dejaron de pronunciarse públicamente sobre el caso.

Es decir, hay varias áreas de oportunidad, mucho margen de mejora, para que las futbolistas, gracias a las acciones y responsabilidad de sus empleadores, los clubes, estén en las mejores condiciones laborales, humanas, para garantizar su mejor rendimiento.

Sé que paso a paso, las personas que laboran en las instituciones deportivas hacen lo necesario para compensar las faltas y omisiones en los siete años de liga, y en las décadas de ausencia del futbol mexicano hecho por mujeres.

Por ellas, por las mil 300 jugadoras profesionales que han pasado por la liga (TUDN), y por las que actualmente la sostienen, que son 463 (sumatoria de jugadoras reportadas por plantel/club, de acuerdo con el sitio web de la Liga BBVA MX Femenil). 

Por ellas, y por todas las mujeres que las antecedieron para hacer realidad el nivel profesional.

Por cierto, ¿qué es ese contraste del paso de mil 300 jugadoras, en siete años, con que ahora juegan 463? Motivo de otra columna. Hasta la próxima.

Sobre la autora

Miriam Padilla nació en la tierra de la torta ahogada y se sabe una apasionada del futbol. Estudió Periodismo en la Universidad de Guadalajara y la maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del ITESO. Ha dedicado su tiempo y energía a espacios como el periódico El Informador, a blogs deportivos independientes, y al activismo y la construcción con mujeres, desde el colectivo ciclista Femibici.

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