Opinión
La Xavineta Zombie
El sábado 27 de enero después de un partido como local que a falta de 9 minutos para el final el Barcelona lo tenía ganado no sólo le remontaron, sino que terminó siendo goleado, una dolorosa derrota tan dolorosa que Xavi Hernández salió a rueda de prensa post partido para anunciar su dimisión al cargo.
Todo parece una historia común en el fútbol de élite, los malos resultados forzan cambios, y no hay cambio más sencillo y rutinario que empujar a la puerta de salida al director técnico del equipo, una dolorosa final perdida contra el archirrival en la Super Copa de España (por goleada) sumada a una dolorosa eliminación en el Copa del Rey (por goleada) y con la última derrota en la Liga se coloca a 11 puntos del líder, en cuestión de dos semanas el Barcelona perdió dos de cuatro competiciones y virtualmente se despide de la tercera sin que enero haya concluido y aunque cosas más extrañas han pasado, creer que el equipo en su versión actual podría ganar la Champions es difícil de creer desde la lógica pura.
Pero la temporada del Barcelona un tiene objetivos muy importantes todavía y todos son económicos, las arcas del club están vacías, y aunque el título continental parece lejano avanzar de rondas y ganar partidos es una inyección de efectivo importante para el club entre 10.6 y hasta 58.6 millones de euros si la llegaran a ganar, por otro lado, la participación en la Súper Copa de España del siguiente año depende que alcancen el segundo lugar en la Liga, esto supondría un premio de alrededor de 5.8 millones de euros más, por esto es que era necesario un cambio en la dinámica del equipo, que aunque termine por ganar el “nadaplete” el dinero en arcas es verdaderamente el objetivo real de este Barcelona.
Sin embargo, lo más extraño del caso es que Xavi decidió dimitir el mismo sábado pero también decidió que continuará hasta el final de la temporada, el presidente del club Joan Laporta aludió a que esto solo se le permitirá a Xavi por su estatus de leyenda del club, y tal vez, porque en el club no hay dinero para pagar finiquitos ni para pagar a entrenadores élite; la Xavineta entonces no está muerta, vivirá hasta el final de la temporada, pero en realidad la Xavineta está muerta, sin aspiraciones reales a un título y solo buscando evitar ahondar la bancarrota técnica del club, un muerto viviente arrastrándose por los campos de fútbol.
El impacto psicológico de la renuncia anticipada de Xavi en los jugadores está por verse, pero es difícil pensar que los jugadores irán a muerte a respaldar a un técnico que saben que no se sentará en el banquillo el año siguiente, los únicos beneficiados parecen ser las arcas del club las cuales no se verán afectadas ya que Xavi en una innegable muestra de amor al club ha prometido no cobrar indemnización de su año pendiente de contrato y el propio Xavi que se verá liberado de presión, Xavi entrenador se ha convertido en un zombie y la prensa catalana volteara sus críticas hacia los jugadores que consideran responsables como el capitán Sergi Roberto o su figura Lewandoski.
La Xavineta Zombie rondará por Europa al menos en Nápoles y en la Liga, pero por lo general un zombie nunca es el héroe de la historia, el zombie está en la mayoría de las películas ni siquiera para ser el villano principal, sino para ser un obstáculo en el camino del héroe antes de obtener la salvación final, veremos que le depara a esta Xavineta Zombie, pero por el bien de Xavi Hernández esperemos que no le de mucho sol.
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