Opinión
La afición que deseamos ver
El conjunto de personas aficionadas tiene su luz y su sombra. Lo mismo puede maravillar y motivar a la futbolista, como incluso afectarla en la auto percepción. Es importante revisar qué tipo de afición se desea ser y cuál suma al deporte y a la convivencia, para procurar un futbol sano.
Enseguida reflejaré algunas de las acciones de personas seguidoras de la Liga BBVA MX Femenil, para reivindicar el comportamiento que abona, la afición que sí nos enorgullece para nuestra competencia nacional.
Recientemente en TUDN entrevistaron a Jenni Hermoso, campeona del mundo y ahora jugadora de Tigres. Llamó la atención que en múltiples ocasiones ha tenido que contrarrestar el discurso de un sector de la afición que duda de su rendimiento. Ella, que tiene cinco títulos de goleo en la liga española, múltiples campeonatos, que es mundialista y ex jugadora de equipos importantes como el Barcelona y el PSG. Si una de las mejores jugadoras en el orbe ha tenido que pasar por eso, y reponerse, qué viven, y cómo, otras jugadoras menos experimentadas. Jenni declaró:
“Cuando llega ese momento en el que, en vez de marcar 20 goles, marcas 15, te están retirando, te están diciendo que eres mayor; estás pasada de moda. Eso ha pasado durante mucho tiempo. Los años han ido pasando y han seguido diciendo lo mismo. Es una manera de hacerte sentir (con duda): ‘ostras, ¿será verdad? ¿No estaré en ese nivel?’. Y tu moral, y tu mentalidad también, tiene que trabajar para decir: ‘no, yo sigo siendo la que era. Ni me está cambiando la edad ni estoy cambiando, ni voy a ser peor porque haya metido menos goles’. Y eso es difícil de gestionar, porque ha pasado muchas veces”.
“Eso es lo feo del futbol, o lo malo que te puedes encontrar, cuando hay gente que no le gusta tu trabajo, y en vez de decir ‘mira, no me gusta’, al final te insulto, te critico, me meto contigo, para que, de alguna manera, tú te sientas mal. Eso es una de las peores cosas que te pueden pasar en el futbol”.
Y les pasa a muchas futbolistas de nuestra liga, desafortunadamente. Personas aficionadas al futbol expresan en redes sociales digitales cuestionamientos sobre el rendimiento de jugadoras sin conocer del deporte y de sus factores, y lo hacen con dureza. También hay quienes dudan del profesionalismo de futbolistas, al atravesarlas factores personales, y hasta llegan a criticar y hablar de los cuerpos de las atletas de alto rendimiento. Son acciones y actitudes que perjudican, que cuestiono y pido que dejen de ocurrir.
Tanto Jenni Hermoso como su compatriota Andrea Pereira, jugadora del América, se han referido a las aficiones de sus equipos con esta luz y sombra. Observan que pueden hacerlas sentir especiales, valoradas y queridas, lo que contrasta con cómo aficionados pueden ser exigentes y hasta excederse y comportarse groseros.
También en los estadios he observado muestras de irrespeto, que restan a la esencia del futbol como juego y fuente de disfrute. Hay gente que abuchea, que muestra su machismo y falta de educación con gritos hacia las jugadoras, y que violenta a personas aficionadas que apoyan al equipo contrario.
Lo que sí deseo para la Liga MX Femenil y para el futbol femenil, en particular, que es el que disfruto y sigo, son acciones y muestras como las siguientes. Que ya se ven y que sería maravilloso que continúen y se multipliquen.
Previo a la final del torneo pasado, vimos a unas Amazonas de Tigres disfrutar de la música que hicieron sonar personas aficionadas, afuera del hotel de concentración. Fue inolvidable ver a la australiana Alex Chidiac bailar y sonreír, divertirse, al igual que sus compañeras. La afición del club usualmente recibe a las jugadoras, en el estadio, y al paso del camión pueden escucharse porras, y verse decenas de personas alentando con cánticos y frases de apoyo, con mantas, bufandas, humo de los colores del uniforme. Generan, en fin, un ambiente festivo y de energía.
La afición tigre es una de las aficiones con mayor entrada a su estadio y regularidad en el seguimiento a su equipo. Las personas están al pendiente del plantel, dan la bienvenida a los refuerzos, difunden información, interactúan con la marca, la consumen, etcétera.
Al interior de esta afición, destaca La Bolita de la U, un grupo de personas aficionadas que han tenido varias muestras de apoyo a las futbolistas. Entre ellas, una de sus integrantes diseña y provee a la afición de playeras, lienzos y otros objetos que destacan en las gradas, y en los espacios públicos y privados, y que muestran organización, y amor y reconocimiento por las jugadoras.
Otro ejemplo está en Atlas Femenil. Hay un grupo de personas aficionadas que han sostenido cuentas de redes sociales como X y YouTube, para difundir lo hecho por el equipo, jornada a jornada, y compartir noticias relevantes de la escuadra. Se trata de Pasión Rojinegras (@PasionRN).
También han tenido detalles con las jugadoras, como el obsequio de tazas conmemorativas, para reconocer su esfuerzo y trabajo en las jornadas futbolísticas.
Así como Pasión Rojinegras, también han surgido otros medios de comunicación independientes, por iniciativa de personas aficionadas que no necesariamente han tenido experiencia en el periodismo y la comunicación y que, sin embargo, así muestran su respaldo y admiración a las deportistas del club o clubes de su preferencia.
Últimamente, a su salida de Rayadas, la experimentada defensa central Mariana Cadena reconoció en su mensaje de despedida a personas aficionadas que han estado desde la creación de la liga, y que han sido soporte constante. A ellas agradeció la calidad de su acompañamiento. Cuando las entrevistan, las futbolistas suelen afirmar que el acompañamiento de la afición en las gradas, y en el cotidiano, es una motivación extra y un factor para el desempeño en el campo.
¿Qué otro tipo de acciones de apoyo imaginamos, estaría chulo y convence? ¿Qué otras formas de ser afición imaginamos? ¿Cuáles ponemos en acción? En general son válidas las llamadas “críticas constructivas”, la clave es ser cuidadosas con el fondo y la forma, y procurar asertividad. Porque, imaginen tener no solo una jefa o jefe, no solo una entrenadora o entrenador, sino decenas o cientos de ellas. Porque pareciera que las personas aficionadas han de mandar y ser escuchadas, pareciera que se creen con el derecho de exigir, solo por el hecho de adquirir el servicio o producto del futbol, y entonces etiquetan y se dirigen a las futbolistas con prepotencia.
En fin, como en cada ámbito de vida, que se privilegie el respeto, la consideración a las otras personas, y el disfrute. La convivencia sana. Así sea.
Sobre la autora
Miriam Padilla nació en la tierra de la torta ahogada y se sabe una apasionada del futbol. Estudió Periodismo en la Universidad de Guadalajara y la maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del ITESO. Ha dedicado su tiempo y energía a espacios como el periódico El Informador, a blogs deportivos independientes, y al activismo y la construcción con mujeres, desde el colectivo ciclista Femibici.