Hasta siempre Flaco

En el futbol, utilizar la retórica no es cosa fácil, el discurso que utilizan los propios entrenadores en ocasiones es falto de recursos que puedan potencializar la idea futbolística en el rectángulo verde; pocos personajes del futbol hablan con elocuencia y transmiten sus ideas sin mayor problema. Uno de esos personajes fue sin duda, César Luis Menotti.

El manejo adecuado del discurso del Flaco, fue tan preciso que incluso, fue la causa de una de las tendencias más arraigadas en el cono sur, la famosa escuela menotista, tan impresionante y con argumentos que la sostienen como una buena filosofía de juego.

César, como jugador fue un medio volante ofensivo, debutó como profesional en Rosario Central, seguido por Racing y más adelante a Boca Juniors; todo esto entre 1960 y 1966, más tarde, entre 1967 y 1968 participó en EU con el equipo de New York Generals; para luego entre 1968 y 1970, en Brasil, se enroló con el Santos y finalizó con la Juventus.

Como estratega, fue referente en cinco ligas, en Argentina dirigió a Newell’s Old Boy, Huracán, Boca Juniors, River Plate e Independiente; en España, Atlético de Madrid y Barcelona; en Uruguay dirigió al Peñarol; en Italia a la Sampdoria; en México tuvimos la oportunidad de vivir de cerca su filosofía de juego, en 2006 dirigió al Puebla y al año siguiente a Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara.

Como seleccionador argentino, fue campeón en el Mundial de 1978 con la selección mayor y con la sub 20 fue campeón en el mundial de la especialidad en 1979.

Su idea futbolística desde un punto de vista táctico se destacó siempre por favorecer un fútbol técnico, estético y de posesión, en el que el juego colectivo y de ataque aunado al buen trato de la pelota son elementos fundamentales. Es por esto que en la Argentina es considerado el abanderado de tal estilo de juego, en oposición a la escuela representada por Carlos Bilardo, que priorizaba la táctica y la obtención de resultados antes que cualquier otra consideración, favoreciendo un estilo pragmático, directo y con énfasis en la contención del adversario.

En 1991 fue nombrado Técnico de la Selección Mexicana, su gestión duró apenas año y medio, tiempo que le bastó para cambiar la manera de apreciar y entender el futbol, estableciendo reglas claras como: salir con el balón controlado desde zona baja, avanzar en bloque y propiciar los cambios de posiciones para darle explosividad por fuera cuando así lo requiriera el juego, pero sin ceder la posesión de la pelota al cuadro rival. Amante de la posición de armador natural; sus evoluciones y transiciones hacían lucir su estilo de juego, corregía sobre la marcha como muy pocos en el mundo.

Sus ideas las transmitía con gran facilidad, hacía ver simple lo que en algunos momentos parece muy complejo, de carácter fuerte, pero sabía entender y apoyaba a sus jugadores para potencializar sus condiciones de técnica individual, tenía un gran lado humanista y sabía como conseguir el extra de sus dirigidos.

Hoy el mundo del futbol se le rinde a los pies y acompaña su transitar al edén; a quienes nos apasiona el mundo de las patadas, más allá de la nostalgia, nos deja el orden táctico y la ponderación del juego propositivo, salida por las bandas y recuperación en medio campo.

Difícilmente, el futbol nos podrá dejar un referente como lo fue Menotti, gracias por tus enseñanzas y mostrarnos la simpleza del juego para poderlo entender; tres conceptos primordiales nos dejaste: primero orden y después espectacularidad; avancemos en bloque y ¡vulgaricemos el futbol!

Flaco, tu vuelta fue histórica…

Sobre el autor

Luis Alfredo Dominguez, docente universitario y analista deportivo. @LAlfredoDG