Opinión
El futbol femenil sí es seguido y sí da de qué hablar
Ojalá las personas se informen y acepten que su discurso es irreal, pues el futbol femenil sí es seguido y en torno a él surgen distintos temas e informaciones importantes de los que hablar, tanto sobre lo meramente futbolístico como lo social. Para nada pueden afirmar que no vende y que no despierta interés.
Entre la actualidad, es decir, lo que ocurre a nivel partidos en el día a día de la Liga BBVA MX Femenil —el certamen de futbol profesional en México— y las selecciones mexicanas, y los temas profundos que les rodean, cada semana me debato sobre qué escribir y a veces, por eso, he colocado hasta tres situaciones o hechos diferentes en un mismo texto.
Por ejemplo, esta vez, un enfoque de columna puede ser revisar los factores que están relacionados con Tigres y sus múltiples campeonatos —ahora que ganó su sexto título de liga ante el América el lunes—. Han llegado a ocho finales, de 12 posibles, con seis triunfos de final, con todo y que 18 equipos participan en el certamen y cuatro de ellos disputan históricamente la copa. ¿Cómo se explica eso?
Sin embargo, desafortunadamente, otro escenario de columna, en el contexto de la final de la liga, puede ser cómo estructuralmente todo está dado para que se ejerzan violencias contra jugadoras, en este caso, Alison González. Quiénes y cómo contribuyen a ello.
Da rabia que un sector de la afición cuestione el profesionalismo de la delantera, que deje de reconocer los aportes que ha hecho al América, se entrometa en su vida privada y la irrespete mayormente desde las redes sociales. Y es cuestionable cómo el club anuncia su salida al día siguiente de quedar subcampeonas, a primera hora, en una falta quizá de sensibilidad o de lectura entre el momento apropiado y el contexto ríspido de aficionados con González. Pido sensatez y respeto en las interacciones con las futbolistas, y hacia todas las personas, en general.
Del lado de Tigres, otro tema social interesante, que importa, es el de la experiencia de una deportista que materna. De nuevo se nota cómo sectores de personas aficionadas les es fácil cuestionar, señalar y descalificar a las jugadoras. Algunas de ellas afirmaban que el nacimiento de los bebés de Stephany Mayor y Bianca Sierra iban a distraerlas, que específicamente bajaría el rendimiento y actuaciones clave de “la generala” Mayor.
No obstante, para muestra, la delantera mamá de Nova y Kenzo anotó el primero de los tres goles que pusieron cuesta arriba el campeonato para el América, en el partido de la final de ida, en el Estadio Azteca. También marcó el único gol que hubo en los partidos contra Rayadas, para avanzar a la final. Es decir, se manifestó en los momentos importantes.
Es todo un tema el de la maternidad y las futbolistas, que tengo planeado luego desarrollar en la columna. En mayo la liga reportó que había 11 jugadoras que combinaban su rol como madres y la carrera de deportista profesional. Sin embargo, hay que poner en grises el panorama para las mujeres en el alto rendimiento y saber/cuestionar qué está dado y qué no en la industria futbolística, para aquellas que son madres o para las que deseen serlo, tengan las mejores condiciones y sea una opción real y optimista. Pensemos que para las personas futbolistas la carrera puede durar hasta en torno a los 40 años y en esa edad ya podría ser un riesgo el embarazo, etcétera.
De regreso a argumentar que el futbol femenil genera interés y es seguido, tenemos a la liga en sí misma, como uno de los referentes. Desde su creación hace seis años y medio ha sostenido un aumento en el número de aficionados presentes en los estadios, y en los números de audiencia que siguen los partidos a través de las pantallas. Para ver números actuales, tenemos que la final de vuelta tuvo una venta total de las entradas al Estadio Universitario, que se agotaron antes del día del partido. Y, pese a que el América aumentó el costo de los boletos para la final de ida, se presentaron 17 mil 234 personas al Estadio Azteca.
Esto contrasta con el récord que logró el club y sus aficionados, en la final del torneo pasado, América vs Pachuca, con 58 mil 156 personas en las gradas del histórico recinto de la Ciudad de México, mas para nada deja de ser una cantidad importante de asistentes, por lo que presento enseguida. Este torneo, el costo de la entrada de cuartos de final podía pagarse por 150 pesos como mínimo y en la final se duplicó a 300, cuando tenemos que la final pasada de las Águilas -en junio- la venta general se colocó en 50 pesos, con una promoción al 2×1, y entrada gratuita con abono o membresía azulcrema.
Y aquí podría pues enlistarles una serie de datos sobre asistencias y audiencia y de temas que tengo previstos para retomar en esta columna. La buena noticia es que el futbol jugado por mujeres se supera a sí mismo cada vez, en lo futbolístico y otros sentidos, y que pueden seguirse dando pasos a mejorar los temas sociales que la alcanzan. Que queda mucho por decir, por contar, por jugar y disfrutar. Que podemos ser contrapeso a los discursos machistas. Salud.
Sobre la autora
Miriam Padilla nació en la tierra de la torta ahogada y se sabe una apasionada del futbol. Estudió Periodismo en la Universidad de Guadalajara y la maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del ITESO. Ha dedicado su tiempo y energía a espacios como el periódico El Informador, a blogs deportivos independientes, y al activismo y la construcción con mujeres, desde el colectivo ciclista Femibici.