Opinión
América, bicampeón
Decir campeón podría resultar de lo más cómodo; una palabra aguda de 7 letras y dividida en 3 sílabas, que, al margen de estas condicionantes, lleva fuerza inherente y que al mismo tiempo le imprime carácter al pronunciarla o escucharla.
En el deporte, un campeón va más allá de solo ganar un certamen o competencia, un campeón primero debe vencer a todos sus oponentes para luego buscar ofrecer el mejor de los espectáculos posibles, sin duda, el ser campeón es un trabajo arduo y con mucho análisis.
Para ser campeón en cualquier deporte, primero se debe analizar el material con el que se cuenta, la capacidad de los rivales, las características físico-atléticas del conjunto, la capacidad de recuperación y de potencialización, para con base en todos los datos recabados, entonces, establecer la planificación que va desde la alimentación, las cargas dosificadas de trabajo, la cantidad de horas de descanso, e incluso horas y horas de poner énfasis en la manera que juega el rival para poder sacar ventaja de las condiciones de la escuadra propia.
En México, en el mundo de las patadas, mucha gente adopta comentarios ajenos y sostienen, según ellos, ciertas irregularidades en la obtención de títulos, por ejemplo, el caso concreto del América, que justamente se coronó como el cuarto bicampeón en torneos cortos, pero primero en acumular 15 campeonatos de Liga en su haber.
América hizo historia, no solo por seguir siendo el equipo con mayor cantidad de títulos, en la gestión de André Jardín cosechó 75 puntos totales: 40 en el Apertura 2023 y 35 en el Clausura 2024; en ambos torneos cerró como súper líder, en el primero con una marca de 12 triunfos, 4 empates y sólo una derrota; mientras que en el segundo torneo su marca fue de 10 triunfos, 5 empates y dos derrotas; si consideramos que la exigencia del segundo torneo fue más fuerte que la del torneo anterior y si analizamos el propio desgaste del equipo, entonces podremos coincidir que el trabajo del kinesiólogo y del preparador físico fue de grado superlativo para poder tener siempre a punto a todos los integrantes de la plantilla.
Un campeón de deporte de conjunto debe cumplir tres premisas fundamentales si lo que busca es ser contundente: debe tener adecuado balance entre jugadores nóveles y experimentados; priorizar el juego colectivo, y por último, tener buen material para recambio desde el banquillo; sin duda que esas tres premisas les facilitarán el desempeño a los estrategas, deben saber leer el juego del rival; potencializar el juego del equipo propio y buscar variantes sobre la marcha.
Así pues, el América debe redoblar esfuerzos y encaminarlos a obtener la estrella número 16: material hay; consistencia en el desempeño colectivo, también; adecuado balance entre generaciones, por supuesto; dirección desde el banquillo, sin duda; existen grandes condiciones para que la afición pueda considerar que se viene un equipo de época.
Tras obtener el bicampeonato, las Águilas del América deberán considerar un análisis puntual hombre por hombre y línea por línea para entender que condiciones tiene el propio conjunto y poder efectuar un adecuado plan de trabajo, puntualizar el poderío del equipo con las altas y bajas propias de una escuadra y exponenciar sus cualidades.
La cantidad de títulos del club de Coapa queda de la siguiente manera: 15 campeonatos de liga, seis Copas (récord), seis Campeón de Campeones, siete Copas de Campeones de la Concacaf (récord, también), dos Copas Interamericanas y una Copa de Gigantes de Concacaf. En total, la institución de Coapa ha conseguido 37 títulos a nivel profesional, es indiscutible sea máximo ganador del fútbol mexicano.
¡Corte y queda!
Sobre el autor
Luis Alfredo Dominguez, docente universitario y analista deportivo. @LAlfredoDG