Opinión

¿Adónde va el dinero de los futbolistas?

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Cada persona tiene derecho a gastar el sueldo en lo que necesita y desea. Sin embargo, es ejemplar cuando -de ser posible- se comparte con los demás, y especialmente, cuando brindas tus recursos, incluidos los monetarios, para abordar una carencia social.

Para mí, Alexia Putellas llena el corazón, lo expande de cariño y de admiración, no solo por el asombroso futbol que despliega, sino ahora por la generosidad, y la consciencia, hecha fundación.

La futbolista mundialmente reconocida informó hace unas semanas sobre el nacimiento de Eleven, fundación desde la que pretende “empoderar a niñas alrededor del mundo para ser el motor de cambio en sus comunidades”, a través de la práctica del futbol y lo que implica. Un centenar de niñas en España serán beneficiadas, y también tendrán el mismo alcance los programas en Colombia, México y República Dominicana.

Putellas, seleccionada española, Campeona del Mundo y capitana del FC Barcelona femenil, sabe que las niñas en Latinoamérica llegan a la adolescencia sin incorporar el deporte al cotidiano. Reconoce que participar de las actividades de una disciplina deportiva aporta al crecimiento personal y por ello es la apuesta de su fundación.

“Creemos que trabajando eso desde pequeñas, desde nuestro proyecto, puedan llegar a una adolescencia con una estabilidad emocional mucho más grande y sean capaces de ser las propias líderes de sus comunidades y así impactar también a su hermana o a su amiga, incluso a su familia, para poder salir de una espiral negativa que te puede llevar la calle”.

En entrevista con TNT Sports México, la española Alexia Putellas se mostró consciente de la problemática social que afecta a las niñas latinoamericanas, en cuanto a carencias económicas y de soporte emocional:

“El crear mi fundación, uno de los objetivos es ése: que todas esas niñas que a lo mejor no tienen las mismas oportunidades que he podido tener yo, por situaciones económicas o por la situación que vive su barrio o su país, puedan tenerlas igualmente, y que no dependan de tener una buena economía o cualquier cosa, y que les podamos ofrecer de esa manera proyectos a través del futbol para ser mejores personas y que les sirvan los valores para toda su vida, de manera totalmente gratuita”.

Con una altísima incidencia de deserción, tenemos que 86% de niñas abandonan el deporte en la adolescencia, por factores como los estereotipos de género, la falta de referentes, influencia familiar, por falta de recursos y de espacios seguros. La estadística fue divulgada recién por las impulsoras de la iniciativa mexicana “Nivelar la cancha”.

Es pertinente decir que justo en estos momentos, y hasta el 31 de julio, “Nivelar la cancha” recibe donaciones en especie, y en dinero, para beneficiar a niñas y adolescentes en Tijuana, México, que estén inscritas en una escuela de futbol o en una liga y necesiten equipación deportiva, justo con la intención de que sigan con la práctica del deporte.

Hay varias opciones para apoyar, con distintos montos de dinero, y se puede hacer desde cualquier lugar de la República mexicana. Esta es la tercera edición del programa que ha respaldado a tres y cinco academias de futbol en las dos primeras convocatorias.

Esto que emprende Alexia Putellas para nada es una acción aislada, puede situarse en cierto contexto.

Cuando estalló el caso de violencia sexual ejercida por el ex presidente de la Federación española de futbol, y decenas de mujeres futbolistas del país ibérico actuaron para impulsar cambios, condiciones laborales justas y libres de violencias, Alexia afirmó que le habría gustado tener la posibilidad de solo jugar al balompié. En vez de dividir la energía entre ser atleta de alto rendimiento y agente para la igualdad de género. Sin embargo, ha asumido ambos roles desde hace meses -o años-, antes de dicha declaración.

Este movimiento en el ajedrez de su carrera, el de tener una fundación, puede ser leída pues como una acción más, de ella, encaminada a emparejar la cancha, y a posibilitar que más mujeres vean al deporte como una alternativa de recreación, de crecimiento personal y de campo laboral. Como una acción para borrar la desigualdad de género.

Hay desigualdad de género cuando existe una “diferencia entre mujeres y hombres, por lo que respecta a sus niveles de participación, acceso a recursos, derechos, remuneración o beneficios” (García-Calvente et al., 2016).

“Todo lo que hago es desde dentro, lo que creo que es mejor, y lo que me nace”, reveló la futbolista Putellas, al hablar de la creación de su fundación y lo que promoverá. Mollet del Vallès, su ciudad de nacimiento, es la primera ubicación geográfica para los trabajos de Eleven.

Y eso, necesita ser dicho que cuando escuché a Alexia, en entrevista con TNT Sports, y supe que el programa cruzaría fronteras, que llegaría a México, sentí cómo si algo sanara al interior, pues fue justo en la adolescencia cuando mi mundo se fracturó en varios sentidos; cuando dejé de jugar futbol por factores externos. 

Gracias, capitana Alexia, por la iniciativa de tu fundación. Mueve en lo profundo. Sé no soy la única que lo siente así. Me alegro por las niñas que seguramente experimentarán alegría, viveza, fuerza, sentido de capacidad y disciplina, y mucho más, a partir de jugar futbol. Así sea.

Gracias también a “Nivelar la cancha”, a sus impulsoras Naim (@naim24) y Brenda (@brenmoller); dos chavas seguidoras y respaldo del futfem, rifadas, con varias iniciativas geniales. Y enhorabuena y gratitud también a las organizaciones aliadas, por sumar al proyecto: @futmas_oficial, @11lgnds, @tunel19pod, @futmexnation, @thinkfuera.agency.

Eleven constará de varias academias, la primera en España. En ellas trabajarán en conjunto educadoras sociales y entrenadoras de futbol, con el enfoque de la gestión emocional. La proyección contempló que se abriera la academia de Itagüí, Colombia, en junio. Luego, a finales de año o principios de 2025, inaugurarán la de México. También está el compromiso de entrar en operación con la academia de República Dominicana en 2026. El presupuesto está asegurado para los próximos diez años. Lo que se pretende es crear empoderamiento, identidad, grupo y vínculos a través del futbol (Sport.es).

Las niñas mexicanas y factores que las alejan del deporte

En México, una de cada cinco mujeres (18.7%) es niña (SGCONAPO, 2023). Y a ellas las atraviesan, históricamente, varios factores y problemáticas sociales, particularmente por su género y condición de vulnerabilidad por edad. Enseguida algunos datos al respecto, para dimensionar.

A nivel país, una de cada dos personas de entre 0 y 17 años se encuentra en condición de pobreza multidimensional, es decir, aproximadamente 19.5 millones de niñas, niños y adolescentes viven en situación de pobreza (53.3% pertenecen al género femenino). Esta situación tiene implicaciones directas sobre su desarrollo y bienestar, y el disfrute de sus derechos, como el de alimentación, educación y de descanso y esparcimiento (llámese, por ejemplo, hacer deporte).

La estadística es de 2020, en un último trabajo publicado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Luego tenemos que, en 2022, 3.7 millones de niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años realizaban trabajo infantil, lo que representó una tasa de 13.1% de la población de 5 a 17 años (28.4 millones) (ENTI 2022; Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI). La tasa de trabajo infantil en niños fue de 15.5%, mientras que de 10.7% en el caso de las niñas.

Llama la atención que la consecuencia de que dejaran de trabajar, nombrada como “se dedicaría a jugar o hacer deporte y otra consecuencia”, fue la cuarta en distribución porcentual.

Otro factor que impide el sano desarrollo de las niñas, y ejercer derechos como la educación y el esparcimiento, es la maternidad y la violencia sexual que ello implica. En el país, de acuerdo con las estimaciones de la SGCONAPO, en 2022 ocurrieron nueve mil 185 nacimientos “de madres de 10 a 14 años”. ¡¿Cómo es posible?! ¿Qué presente tienen esas niñas, después de haber sido violentadas sexualmente, de pasar por un embarazo, y qué ocurre con ellas y con su cotidiano, después de dar a luz?

Así, nuestras infancias. ¿Qué vamos a hacer, para honrarlas y respetarlas, para detener estas condiciones tan perjudiciales? ¿A poco no duele, inquieta, indigna?

Sobre la autora

Miriam Padilla nació en la tierra de la torta ahogada y se sabe una apasionada del futbol. Estudió Periodismo en la Universidad de Guadalajara y la maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del ITESO. Ha dedicado su tiempo y energía a espacios como el periódico El Informador, a blogs deportivos independientes, y al activismo y la construcción con mujeres, desde el colectivo ciclista Femibici.

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