Opinión
¡Adiós, París!
No hay peor momento en la vida que llegar al final de un suceso, cada cuatro años la cita se cumple, en ocasiones los resultados son favorables y en otros momentos no lo son, lo cierto es que se llega a ese momento con los sentimientos encontrados, esa sensación de ver a tu delegación que quizá pudo hacer más o de ver a los federativos del país señalando con arrojo que se consiguieron medallas cuando ellos mismos son quienes evitaron el apoyo a los deportistas y al final quedan en ridículo.
Mientras avanza la prueba reina del olimpismo y la ceremonia de clausura avanza lenta y cadenciosamente, se señala que la nueva sede será para propios y extraños un nuevo lugar que albergará el Fuego Olímpico por poco más de 15 días; poco más de 15 días que dejan de manifiesto la capacidad de recuperación de los atletas y que a la postre les inyecta ese ánimo para intentarlo una vez más y buscar pasar a la historia deportiva con marcas abatidas.
En esta ocasión, en la Ciudad de la Luz, se rompieron 47 marcas olímpicas y 9 marcas mundiales, las disciplinas van desde el tiro con arco, halterofilia, atletismo, pentatlón moderno, ciclismo de pista y natación; pareciera una cantidad ínfima de marcas rotas, pero no deja de tener su grado de complejidad, buscar ser el más fuerte, el más rápido y el más veloz, implica un trabajo previo de un Ciclo Olímpico, es decir, desde ya los atletas inician con la búsqueda de sus nuevas marcas para, primero, clasificarse en su especialidad para luego afinar detalles y buscar trascender en su disciplina una vez que se haya llevado a cabo la Olimpiada.
Como el nombre lo indica, la diferencia básica entre uno y otro es el contexto en que se registra. En el caso del récord mundial, se trata del mejor desempeño registrado globalmente en una disciplina específica. Estos récords están homologados por las federaciones internacionales correspondientes y se obtienen en competencias oficiales como Copas Mundiales, Campeonatos Mundiales, clasificatorios, etc. Por lo mismo, se pueden actualizar constantemente ya que no está limitado a la frecuencia del evento y en cualquier momento se puede establecer.
En cambio un récord olímpico se registra exclusivamente durante unos Juegos Olímpicos, por lo que la posibilidad de superarlo se presenta cada cuatro años. De modo que, aunque en ocasiones un récord olímpico puede estar por debajo de uno mundial, trae consigo un prestigio muy específico.
París dijo adiós a la más grande justa deportiva que puede existir en el deporte amateur, entrega a estafeta a la ciudad de Los Ángeles, hay que recordar que las sedes olímpicas van en un listado de aceptación de por lo menos 7 años de ventaja, esto es para adaptar instalaciones y logística y buscar que no haya el menor contratiempo para llevar a cabo la celebración deportiva más importante en el mundo, los ojos del mundo estarán puestos una vez más en un solo espacio, y se buscará acuñar con letras de oro el nombre de cada atleta destacado y se contemplarán nuevos nombres de guerreros que le den sentido a la pelea deportiva, como verdaderos titanes, cada deportista buscará darse cita con su propio destino y conseguir sus propias marcas que los enaltezcan al pináculo de los más grandes atletas de la historia y se sitúen a departir en el mismo espacio del Olimpo, rodeados de dioses y semidioses que hagan gala de sus más grandes cualidades, en la búsqueda del más alto, más fuerte y más rápido, nos veremos en Los Ángeles en 4 años más.
¡Corte y queda!
Sobre el autor
Luis Alfredo Dominguez, docente universitario y analista deportivo. @LAlfredoDG
Opinión
Estallidos de alegría en el Estadio Jalisco
La ternura que despierta una niña aficionada porrista, el guiño de la vida para sentirse segura en un clásico tapatío, la alegría intensa por un golazo… En esta ocasión, por necesidad de texto relajado y por gusto, comparto en este escrito los momentos más destacados que he experimentado en el Estadio Jalisco, a propósito del seguimiento a Atlas femenil este torneo Apertura 2024.
Sé que son experiencias que se repiten en otros estadios que reciben a la Liga BBVA MX Femenil, que pueden ser familiares para otras personas, y que alimentan nuestro gusto por disfrutar el futbol desde las gradas, en compañía de cientos de personas desconocidas.
Momento uno. Estallido de alegría en el corazón; capitana goleadora, defensa, en acción. La noche del 16 de agosto, Fer Limón marcó un golazo de media distancia que hizo levantarse de los asientos a decenas de personas aficionadas, para festejar. Fue estallar de alegría, por la jugada vistosa y por la victoria que la anotación consolidaba. Estoy segura de que será uno de los goles que recuerde por muchos años, por el contexto en el que se dio y por la ejecución técnica-inteligencia.
Era la jornada 6, Atlas venía de tener dos derrotas, un empate y un triunfo. En casa, el Estadio Jalisco, no se había ganado aún. El rival era complicado: un Tijuana que los dos anteriores torneos había goleado a las rojinegras (0-4) y alcanzado un empate (1-1). Este torneo tenía que ser el bueno para las rojinegras, aquel en el que se vieran avances significativos en la incorporación del modelo de juego.
Transcurría la segunda mitad sin consolidarse más jugadas de gol, cuando al minuto 64 las Perrísimas lograban el empate (1-1; Brenda Cerén, Melissa Herrera). Más tarde, al cierre del partido, llegaba la anotación de Paula Salas (90’+2), que daba esperanza para un triunfo, y al 90’+5 venía la genialidad de Limón, para firmarlo.
La capitana de Atlas recibió el balón en el aire, desde atrás del medio campo; giró, esperó el bote, tuvo un gesto técnico para ganarle el esférico a una rival, y justo en el momento preciso, pateó con pierna derecha -ante la cercanía de tres jugadoras rivales-, para techar a la adelantada portera y dejar el balón en el ángulo. ¡Todavía me emociono, sonrío, experimento adrenalina, al ver la jugada! Nuestra futbolista referente volvía a hacerse presente en un marcador y en qué momento, de qué manera. Mucho orgullo y gratitud hacia ella.
Momento dos. Niña porrista, entusiasta y brillante. Para mí, una de las mejores aficionadas el 12 de septiembre, en el duelo ante Toluca, fue una niña de unos ocho años, que alentó a las rojinegras desde el comienzo del partido. Éramos 220 personas en las gradas y ella destacó de entre las personas que estaban a mi alrededor, por su empuje para con el equipo.
A su corta edad, y con el respaldo de su padre, la pequeña insistió en dar palabras acertadas de ánimo hacia un Atlas que tardó 30 minutos en empatar el marcador. La verdad me pareció admirable, y más porque si algo me ha llamado la atención de la afición de Atlas femenil es que no suele ser muy “ruidosa”.
Es común que haya gritos aislados, de vez en cuando porras conjuntas, dispersas, lo que más destaca es alzar la voz cuando suena el órgano del sonido local para mostrar apoyo al equipo en los tiros de esquina. Y este torneo el promedio de asistencia justo rondó las 250 personas. Increíblemente baja asistencia, para lo que son y juegan, las rojinegras.
Por dar algunas muestras de su entusiasmo, aquí algunas frases que incluso publiqué ese día en “X”. Cuando corrían tal vez los últimos 15 minutos de juego, la niña atinó a gritar: “¡mete un gol, Atlas, solo uno (1-1)! E insistía, convencida: “¡Atlas, tú puedes!
Sin embargo, no cayó ningún gol más, las rojinegras sellaron el empate y ella expresó después del silbatazo final: “¡bien, Atlas, lo hiciste bien!”. Vaya aficionada, crack, toda una fuente de ternura e inspiración. Ya no coincidí con ella en otros partidos, habría sido especial. Le agradezco porque me dejó con una sonrisa y con la pregunta por cómo ser mejor aficionada.
Momento tres. La certeza de saberte bien acompañada, segura. Reconozco la intensidad de la afición chivahermana, y confieso que a veces le temo. Con la consciencia de que hacen sentir locales a las jugadoras del Rebaño, con entradas notables en los estadios de visita, dejé de ir a los tres últimos clásicos por preferir la tranquilidad. Cuando llego a ir al Akron, suelo ser muy discreta con mis simpatías y elijo el asiento que evite tener personas atrás.
Pues bien, para este Apertura 2024, por semanas estuve mentalizada: sería valiente y asistiría el 11 de octubre al Estadio Jalisco, para ver el encuentro entre rojinegras y rojiblancas. Y lo logré. Mucho me impulsó el saber que viviría un partido histórico para Fer Limón y Andrea “Duva” García: su juego 200, como futbolistas profesionales. Amo al equipo, y deseo estar presente en muchos momentos, alentar en las buenas y en las malas y en las ocasiones importantes. Los tres puntos, ante Chivas, nos podían consolidar-acercar a la liguilla.
Tres mil 498 personas acudimos al Jalisco esa noche de luna llena. Llegué con una hora de anticipación, para restar nerviosismo y poder escoger mi lugar con estrategia. Cuál fue mi sorpresa cuando, a unos cinco minutos de sentarme, veo llegar a los papás de una destacada delantera. Nos conocimos en la cancha del Pistache Torres y desde entonces les guardo especial gratitud y cariño, por cómo son y cómo acogen. Esta vez no fue la excepción y gracias a eso pude centrarme en observar el partido, sin experimentar inseguridad por manifestar mi preferencia hacia Atlas.
Gracias, muchas gracias a ellos, por invitarme a tomar asiento a su lado y por su trato. Dentro de todo (porque hubo goleada), la pasé bien. Y era importante para mí forjar nuevas y mejores experiencias. Nos pusimos al día, compartimos botana, intercambiamos nuestras apreciaciones del partido, y reviví esa bonita sensación que me transmitió el Pistache Torres. Cuál es: la de ser muchas personas con el interés por el futbol femenil, personas cercanas, amables, con valores por delante.
Podría contar más experiencias y anécdotas, porque también las hay con jugadoras, por ejemplo, solo que de momento dejo hasta aquí esta columna. Ojalá ustedes, personas lectoras, pudieran compartir sus momentos favoritos en partidos de futbol femenil en la caja de comentarios, o por X. Nos vemos en 2025, por nuevas y vibrantes experiencias futboleras.
Sobre la autora
Miriam Padilla nació en la tierra de la torta ahogada y se sabe una apasionada del futbol. Estudió Periodismo en la Universidad de Guadalajara y la maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del ITESO. Ha dedicado su tiempo y energía a espacios como el periódico El Informador, a blogs deportivos independientes, y al activismo y la construcción con mujeres, desde el colectivo ciclista Femibici.
Opinión
Play-In, clausura 2024
Este jueves se reanuda el futbol en la Liga MX, por tercer torneo consecutivo -si mal no recuerdo- se llevará acabo la etapa del llamado Play-In, una especie de repechaje estilo gabacho.
Esto es, los primeros seis equipos de la clasificación general avanzan directo a la Liguilla. Del 7 al 10 -de la posición de la tabla general- disputarán el Play-In, la primera llave será el encuentro entre el 7 y el 8 de la tabla, el que salga victorioso avanza a la Liguilla a enfrentarse al número 2 del escalafón; la otra llave se efectuará entre el 9 y 10 de la clasificación, el ganador de esta llave se enfrentará al perdedor de la llave del 7 y 8, para que luego, el triunfador avance a la Liguilla a medirse con el superlíder.
En esta edición del Apertura 2024, los cuatro partidos que se jugarán el Play-In son: Xolos contra América y el chiverío enfrentará a su acérrimo rival: los rojinegros del Atlas.
En el escenario de la primera llave, Xolos con estilo de juego mesurado y apoyados en un 3-4-3 buscará tener recuperación en medio campo y avanzar paulatinamente con el esférico en su poder, sin duda, su mejor recurso es la recuperación en mediocampo y el buen trato de la pelota, sus deficiencias son la falta de recorridos puntuales al frente y la falta de contundencia.
Mientras que América, más abierto con un 4-2-3-1, le imprimirá velocidad por las bandas y buscará tener la solvencia al frente para tener mejores dividendos, vertiginosidad hacía adelante y buen trato de pelota son sus armas, su lado flaco son los recorridos defensivos.
Por otro lado, en el otro escenario se efectuará la edición 293 del clásico más añejo del balompié mexicano, este encuentro tiene varias aristas que le ponen la sal y la pimienta al encuentro, de las 292 encuentros efectuados, el chiverío se ha llevado 110 victorias, 94 triunfos para los del paradero y 88 encuentros han repartido puntos.
El primer enfrentamiento entre estas dos escuadras fue el 15 de septiembre con un empate a cero goles, el ultimo encuentro entre estas dos oncenas fue el 5 de octubre del presente año con un marcador 3-2 favorable para los rojinegros.
Las máximas goleadas oficiales entre estos dos conjuntos han sido la victoria de 8-1 a favor de los rojiblancos en la extinta liga amateur y 5-1 en victoria para los zorros en el torneo Copa México en la edición 1964-1965, si analizamos la rivalidad entre las dos escuadras, también encontramos datos puntuales, como el bicampeonato del Atlas que luego de una sequía de más de 70 años, logró hilvanar dos títulos bajo el mando de Diego Martín Cocca en los torneos Apertura 2021 y Clausura 2022, colocándose como el tercer bicampeón en torneos cortos del futbol mexicano, acompañando a Pumas de Hugo Sánchez y al León de Matosas.
Por su parte, Chivas sabe lo que es clasificar desde la zona de repechaje, hay que recordar que en 2006, justo cuando levantaron el título de la mano del “Chepo” de la Torre cuando se erigieron como campeones en patio ajeno, en las mismas llamas del infierno cuando doblegaron a Toluca, en ese torneo, Chivas accedió a la Liguilla vía repechaje, sin duda, que el conjunto rojiblanco sabe lo que es jugar estas instancias previas a la llamada fiesta grande del futbol mexicano.
Los rojinegros buscarán retener el esférico y mantener una solidez defensiva esperando el error del rival para sacar ventaja, mientras que el chiverío será incisivo por fuera buscando ser profundo; dos conjuntos con diferentes propuestas y con la misma deficiencia, carecen de efectividad al frente.
¡Corte y queda!
Sobre el autor
Luis Alfredo Dominguez, docente universitario y analista deportivo. @LAlfredoDG
Opinión
Una liga femenil “movida”
Solo 39 futbolistas que debutaron en el primer año de existencia de la liga profesional mexicana están activas en el club con el que empezaron su carrera. La Liga BBVA MX Femenil suma siete años de continuidad, y actualmente la integran 402 deportistas mexicanas.
Es decir, tomando en cuenta que se mantuviera el promedio de futbolistas por plantel, tenemos que solo alrededor del 10% de las jugadoras ha permanecido en un mismo equipo, por lo que es evidente la movilidad que hay en la liga. Futbolistas nacionales han dejado el certamen, otras se han incorporado a otros equipos y una de cada 10 ha hecho trayectoria en un mismo sitio, desde el inicio.
¿De qué nos habla todo esto? ¿Qué lleva a las jugadoras a cambiar de club, y por tanto -en varias ocasiones- de ciudad de residencia? ¿Cuáles son las historias detrás y los retos que implica mantenerse como profesional de la liga?
Por lo que hemos podido saber, de entrevistas con las futbolistas, entre las razones para moverse de club están la intención de una mejora salarial y de las condiciones de trabajo, la apuesta por un crecimiento deportivo por competencia interna y por esas mejores condiciones de empleabilidad. También incluso por cierre de ciclo, por proyectos de pareja y por la aspiración de sumar más minutos.
Otro factor para tomar en cuenta es que al comienzo de la liga las mujeres deportistas no tenían la certeza de que ésta perdurara, y de cómo caminaría. Y los salarios fueron simbólicos, injustos. A lo máximo que podían aspirar era a ¡dos mil pesos! Los clubes de la Liga MX impusieron topes máximos a los salarios de las jugadoras, de noviembre de 2016 a mayo de 2019.
Esa condición también pudo influir en la salida de varias. Sabemos lo importante que ha sido el apoyo familiar para las deportistas, en varios sentidos, el económico, uno de ellos. Mantenerse en el alto rendimiento tiene un coste particular, tan solo imaginemos lo que implica la alimentación sana y rigurosa.
También lo estructural ha influido en la movilidad en la liga, ya que los contratos suelen ser de un año y hasta tres, y en la industria se promueve como un atractivo, la constante compra de fichajes que implica dar de baja a otras jugadoras y jugadores.
Me pregunto si también hay futbolistas que han migrado para evitar el acoso sexual del que hemos sabido hubo reportes, por ejemplo, en Necaxa. Es desafortunado, mas es una realidad. También para salir de un ambiente poco propicio, como en su momento sucedió en Chivas, con Ramón Villa Zeballos en la dirección técnica.
De entre las 39 futbolistas, hay jugadoras que han comenzado con un club, luego han representado a otro (s) y actualmente trabajan para la institución original; se dio un retorno. Se trata de Karol Bernal, Jana Gutiérrez, Nailea Vidrio, Liliana Rodríguez, Esmeralda Verdugo, Maritza Maldonado, Sanjuana Muñoz, Fernanda Tarango, Jessica Tenorio, Sahiry Cruz y Ana Gabriela Huerta.
Tigres, Chivas y Pumas son las escuadras que más jugadoras conservan, con seis, cinco y cuatro de ellas, respectivamente. En tanto, Querétaro, Cruz Azul y Atlético de San Luis han renovado completamente sus planteles y nadie queda del primer año y medio de liga. Cada equipo tiene de 18 hasta 27 futbolistas mexicanas. Recordemos que no fue hasta el Apertura 2021 que se permitió deportistas extranjeras en la liga.
Emili Bautista es un caso particular. Las Bravas de Juárez comenzaron su participación en la liga en el torneo Apertura 2019. Ella debutó en Necaxa en el Clausura 2018, al poco de cumplir 15 años, sin embargo, cuando se supo que había equipo en su ciudad natal, Juárez, deseó sumarse y lo logró en la siguiente temporada, la del Clausura 2020. La defensa de 21 años, con todo y su juventud, es la jugadora más antigua del actual plantel.
Por ejemplo, Atlas actualmente tiene reflejado en su plantel -dato disponible en el sitio web de la liga- a 22 jugadoras mexicanas, y cuatro extranjeras. Pues bien, del verano de 2017 a este cierre de 2024, 107 mujeres fueron convocadas a los partidos oficiales de Primera División para representar al club rojinegro tapatío. De ese poco más de centenar, 43 ingresaron al club en los tres torneos que comprendieron 2017 y 2018, el primer año y medio de liga, y solo dos de ellas están activas hoy en Atlas.
Por supuesto que el sistema social y económico en el que estamos insertos alcanza a las futbolistas, solo que no por eso deja de ser cuestionable y/o mejorable cómo se dan las contrataciones y (in) estabilidad laboral en la industria del deporte.
Otros interrogantes que podemos plantear es: por qué permanecen las que lo hacen, y qué características y herramientas tienen para lograr lo que parece una hazaña.
Es notable que los clubes más ganadores en la categoría, los que suelen ser protagonistas e instalarse en liguillas, los que poseen regularidad, tienen menos rotación de jugadoras -o mantiene una cierta base por un tiempo- y eso abona al buen funcionamiento del equipo. Mientras que otros, como Mazatlán, permanentemente en el fondo de la tabla, renueva cada torneo a un buen porcentaje de su plantel. También podríamos hablar del nivel de compromiso de las instituciones con sus primeros equipos femeniles. Ojo con la movilidad de la liga y sus repercusiones. Las ventajas y desventajas, la totalidad de lo que ocurre. Aquí por mientras un bosquejo de parte de la realidad construida.
Las jugadoras “casadas” con un club
Rayadas: Diana Evangelista (Copa), Rebeca Bernal (AP17) y Karol Bernal (AP18).
Tigres: Belén Cruz (Copa), Ofelia Solís, Jacqueline Ovalle, Natalia Villareal, Nayeli Rangel (AP17), y Fernanda Elizondo (CL18).
América: Casandra Cuevas (AP17) y Jana Gutiérrez (CL18).
Pachuca: Mónica Ocampo, Karla Nieto, y Nailea Vidrio.
Juárez: La historia de las Bravas inició en el Apertura 2019, Emili Bautista llegó en el CL20, es la jugadora más antigua, a sus 21 años.
Chivas: Victoria Acevedo, Blanca Félix (Copa), Rubí Soto (CL18), Angélica Torres (AP18), Kinberly Guzmán (AP18).
Pumas: Dania Padilla, Dirce Delgado (AP17), Melany Villeda (CL18), Paola Chavero (CL18).
Toluca: Liliana Rodríguez.
Tijuana: Inglis Hernández (Copa), Esmeralda Verdugo.
Querétaro: 0
Atlas: Maritza Maldonado (AP17), Andrea García (AP18).
Cruz Azul: 0
León: Brenda Díaz, Sanjuana Muñoz.
Atlético San Luis: 0
Mazatlán: Fernanda Tarango, Paola Selvas (AP20).
Puebla: Ivonne Najar (AP18), Jessica Tenorio (AP18).
Santos: Marianne Martínez (AP18).
Necaxa: Lucía Muñoz (Copa), Sahiry Cruz (AP17), Ana Gabriela Huerta (AP17).
Opinión
Alzar la voz, documentar la protesta y movilizar
“Se acabó”. Con estas palabras, las futbolistas profesionales españolas, campeonas del mundo, marcaron el principio de un límite definitivo a la estructura deportiva de su país, que más que sumar, restaba notablemente. Fue parte de una serie de acciones para comunicar inconformidad e impulsar mejoras.
Esto ocurrió en respuesta a la violencia sexual ejercida por Luis Rubiales en plena entrega del trofeo del Mundial de 2023, entonces presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF). Fue la gota que derramó el vaso.
Quizá para evitar olvidar, para reconocer, para inspirar más protestas y acciones en el orbe, para seguir con el impulso por garantizar la igualdad de género en el deporte, y en más espacios societales, ahora tendremos un material audiovisual relativo a ese acontecimiento del año pasado, a estrenarse en noviembre.
El documental se llama “#SeAcabó: diario de las campeonas”, y puede ser visto mundialmente, en la plataforma Netflix, a partir del viernes 1 de noviembre. Fue producido por You First Originals, que antes lanzó “Alexia: Labor Omnia Vincit” (Amazon Prime Video).
Considero valioso que ahora haya una documentación testimonial, con entrevistas a varias jugadoras, de aquel hecho de protesta de las futbolistas, que terminó con la destitución de varias personas en la estructura machista de la Federación española.
Sé que el caso puede inspirar a muchas otras mujeres, y que puede aportar lo suficiente para que dejen de normalizarse ciertas conductas y situaciones.
Con el “se acabó”, Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, Mapi León, y decenas de futbolistas connacionales y de distintos países mostraron respaldo, públicamente, en redes sociales, a su colega Jenni Hermoso, y expresaron su molestia por las afectaciones que estaban teniendo en el desempeño como atletas de alto rendimiento, las españolas en Selección, por causa de la Federación (RFEF).
Esta semana ha habido un gesto en el mundo deportivo internacional, particular, y ojalá de respaldo contundente para con la causa del derecho de las mujeres a un entorno libre de violencias, y partidario de la igualdad de género.
Me refiero a que el lunes 28 de octubre, Jenni Hermoso fue reconocida con el Premio Sócrates, que se otorga en la ceremonia de Premiación del Balón de Oro, desde 2022, a personas deportistas comprometidas con causas sociales y humanitarias.
Antes lo habían recibido Sadio Mané y Vinicius JR, por labores humanitarias desarrolladas en sus países natales. En este caso, Hermoso ha tenido un rol relevante en la mejora del futbol y en las acciones para la eliminación de la violencia de género, dentro y fuera de la cancha, en España. Y, tras lo ocurrido en el Mundial, con la exposición global, ha sido una de las caras actuales de esta lucha, a nivel internacional. En su discurso de recepción de la distinción, la jugadora española afirmó:
“Hoy me he despertado recordando las palabras de una niña que me dijo ‘sueño con ser una futbolista como tú’. Y en un momento tan importante como éste, el recuerdo de su voz me inspira y me anima a continuar. Esa niña se merece un futbol femenino libre de prejuicios y de violencia de género. Es por ella y por todas las mujeres que seguiré siendo valiente, que no dejaré de alzar la voz ni de luchar, apoyándome en mi familia, en mi gente y en todas esas personas que tienen la convicción de hacer del deporte del mundo un lugar mejor”.
El medio deportivo español, Relevo, ha explicado así el motivo por el que Hermoso recibió el Premio Sócrates:
“Su voz ha sido fundamental en el reciente movimiento que visibiliza y denuncia la discriminación y el acoso que persiste en los altos niveles del futbol femenino. El premio reconoce la valentía de Hermoso al enfrentarse a estas situaciones con integridad y su compromiso por crear un espacio seguro y equitativo para las futuras generaciones de jugadoras”.
Relevo interpreta la entrega del Premio Sócrates a Jenni Hermoso como “un hito importante en la lucha por el cambio dentro de las instituciones deportivas y la promoción de un entorno de respeto para las jugadoras de todo el mundo”.
No deja de ser llamativo que Jenni Hermoso juegue en México, país con un alto índice de violencia de género en la sociedad, y con numerosos casos de acoso sexual de los que se han sabido a cuentagotas, dentro de la liga profesional de futbol.
Finalmente retomo lo que dijo en una entrevista, en París, por la entrega del Premio Sócrates: “Quiero mucho a México, estoy muy feliz, espero pasar mucho más tiempo allí y que llevemos a México adonde haga falta”.
Hace falta que se garanticen varios derechos de las mujeres futbolistas profesionales en México. Ahí es adonde necesitamos/deseamos llevar al país. Sucede que al escuchar las declaraciones de Hermoso no pude evitar desear que ella y otras figuras dejen huella en la nación, junto a otras jugadoras y más personas, para lograr cambios significativos, ya sea directa o indirectamente. Ya tenerla en las canchas mexicanas, desde el Apertura 2022, en lo futbolístico, ha sumado; la ambición es ir por más y mejor, de manera integral. Tengo esperanza.
Sé que es injusto, que las futbolistas solo tendrían que dedicarse a jugar, y en condiciones óptimas. Ésa fue una disyuntiva -en su momento- de una Alexia Putellas que ama el deporte, solo que si esperamos a que sean ellos los que tomen la iniciativa y acciones por la igualdad de género, nos quedaremos esperando. Necesitamos poner límites. También sé que históricamente nos deben a las mujeres restitución y reparación de los daños; respeto, trato digno. Hago votos porque así sea.
Ya decía en la columna de opinión que escribí por 2023: “como muchos hombres, sobre todo en puestos de poder, carecen de iniciativa para hacerse cargo de la violencia de género, ellas (las futbolistas españolas) insisten en ese goteo continuo para romper las estructuras machistas y generar el panorama que permita a las generaciones futuras enfocarse sólo en lo deportivo”.
Sobre la autora
Miriam Padilla nació en la tierra de la torta ahogada y se sabe una apasionada del futbol. Estudió Periodismo en la Universidad de Guadalajara y la maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del ITESO. Ha dedicado su tiempo y energía a espacios como el periódico El Informador, a blogs deportivos independientes, y al activismo y la construcción con mujeres, desde el colectivo ciclista Femibici.