Deportes
Las deudas del futbol
Dolió significativamente la violencia sexual de Luis Rubiales y la podredumbre estructural que reveló. Y ahora conocer la violencia sexual que se le atribuye al todavía director técnico de Necaxa Femenil, Jorge Gómez, indigna y provoca malestar. La situación dada a conocer por la revista Proceso el 07 de diciembre refleja notable gravedad, no solo por las acciones de Gómez, y su reiteración, sino por la aparente complicidad/normalización de la violencia, el descuido en la contratación del entrenador, y otras probables acciones y omisiones al interior del club.
El futbol le debe mucho a las mujeres, por distintas razones. Porque por décadas estuvo prohibido, y luego marginado, y porque siguen siendo necesarias acciones para hacer posible que sea un deporte para nosotras, en el que se nos otorguen todas las condiciones necesarias para lograr y sostener el alto rendimiento. Es decir, nos deben igualdad de género. Y, sobre todo, la industria del futbol y sus dirigentes—mayormente hombres— nos deben a las mujeres espacios seguros, libres de violencias.
Nos deben el reconocimiento y sensibilidad ante el hecho de que histórica y sistemáticamente se violenta de diversas formas y en distintos ámbitos a las mujeres, en todo el mundo. Nos deben a las mujeres restitución y reparación de los daños; respeto, trato digno. Es decir, en el presente para nada tienen cabida ni un acto más de violencia ni un acto más de injusticia e impunidad.
Si de por sí se han visto lastimados la competitividad de la liga y el desempeño de las futbolistas centellas porque el primer equipo femenil de Necaxa históricamente ha carecido del apoyo de la directiva —según documentan diversos medios— para tener los mejores y mayores recursos para desempeñarse como futbolistas profesionales, ahora el abuso de poder y hostigamiento sexual al interior del equipo es terrible y dañino y es la gota que derrama el vaso y hace estallar “la digna rabia”.
Las circunstancias que rodean a Necaxa femenil pueden explicar mucho de por qué suelen estar en los últimos lugares de la tabla de puntos. Al interior del club ya no solo se atenta contra su desarrollo deportivo, sino contra su dignidad e integridad. Y eso tiene que erradicarse, ¡ya! En el corto, mediano y largo plazo, el personal del club necesita actuar para garantizar un excelente panorama para la categoría femenil.
En la liga, desafortunadamente, hay un antecedente similar al de Jorge Isaác Gómez González, que data de julio de 2020, con la separación del cargo del entonces director técnico de Chiva femenil, Ramón Villa Zevallos. Esto, en cuanto a pasar los límites de respeto hacia las jugadoras e ir más allá de lo profesional; de abuso de poder y acusaciones también de connotación sexual, que directivos del club negaron, mas que jugadoras revelaron. Del caso se supieron algunos detalles dos años más tarde. También se afirmó que, si otros clubes pedían referencias de Villa, les era notificado el motivo de la destitución, para evitar que otra jugadora fuera maltratada o víctima de violencia de género.
Después tenemos que el 10 de julio de 2023, es decir, tres años después de aquel acontecimiento que se trató con protocolos internos de Chivas, la Federación Mexicana de Futbol, en conjunto con la Liga BBVA MX, dio a conocer el Protocolo Modelo contra el Acoso y Hostigamiento.
En este protocolo se establece que en máximo seis meses todos los clubes que integran la liga deberán adoptar el mismo, para en el plazo de un año por lo menos, hayan sido capacitadas las personas pertinentes de los clubes para “prevenir y adoptar las medidas efectivas para terminar con el acoso y hostigamiento sexual y otras formas de discriminación y en su caso aplicar una sanción”.
Llama la atención que, de acuerdo con el protocolo, para este diciembre por lo menos los clubes conocerían el documento, y se comprometerían a prevenir y erradicar el acoso y el hostigamiento sexual, y otras formas de discriminación. Y que, sin embargo, en el reportaje de Proceso se dé a conocer la violencia sexual y se haga notar que dos personas que laboran para el club Necaxa, a las que podría competer garantizar espacios libres de violencias, parezcan haber minimizado la situación y omitido emprender acciones determinantes para proteger a las jugadoras. Me refiero al director deportivo, Alberto Clark, que de acuerdo con testimonios afirmó que su “muchacho le salió muy coqueto”, y a Anna Peniche, a quien identificaron como “la del Jurídico” del equipo, respectivamente. A ellos dos les fueron mostrados los mensajes que el DT Jorge Gómez les envió a jugadoras mediante WhatsApp, o en sus cuentas de la red social Instagram.
Hay muchas preguntas en torno al caso: ¿desde cuándo nació y quiénes conforman la Comisión de Atención al Acoso y Hostigamiento Sexual del Necaxa, que nombran en un comunicado posterior a la publicación de Proceso? ¿Qué acciones u omisiones ha tenido el club respecto al acoso y hostigamiento sexual, y ante la misoginia, antes y después de que interna y públicamente se dieran a conocer las acusaciones en contra de Jorge Gómez? ¿Por qué aún no han separado del cargo al director técnico, mientras se investiga?
Y de lo que más pesa: ¿por qué tiene que mediar una denuncia oficial para investigar, de acuerdo con el protocolo, si también se señala que menores de edad podrían ser víctimas? ¿Qué tienen que hacer los clubes para garantizar que puedan darse las denuncias, sin que las jugadoras y/o víctimas perciban o tengan el riesgo de verse más perjudicadas?
Porque en el comunicado del club Necaxa para nada informan que van a investigar la situación. Afirman que no se ha presentado “una denuncia formal” y que “nuestra institución tiene completa apertura y disposición para escuchar a jugadoras y personal que quieran acercarse a nuestra Comisión de Atención al Acoso y Hostigamiento Sexual”.
También está el hecho de que en el reportaje de Proceso se recupera que desde que fue director técnico de Puebla, Jorge Gómez, tenía antecedentes de comportamiento inadecuado. El protocolo carece de sugerencias o mandatos de medidas preventivas y se centra más en cómo actuar cuando ya ocurren los agravios; es mejorable. Una medida de prevención del acoso y hostigamiento sexual, de sentido común, y que se desprende del caso Gómez, puede ser revisar antecedentes de los entrenadores para procurar que además de tener los conocimientos y capacidades para ejercer un cargo, tengan honorabilidad, ética, y valores que permitan saber que para nada dañará la dignidad e integridad de las futbolistas y otras mujeres a su alrededor.
Porque el señor también está acusado de misoginia, que también contempla el Protocolo Modelo contra el Acoso y Hostigamiento de la Liga BBVA MX.
Jorge Gómez llegó al Club Necaxa en el torneo Clausura 2022 y tuvo cargos de preparador físico y de auxiliar en el futbol varonil y femenil de categorías inferiores. Luego accedió al primer equipo femenil, como director técnico, en 2023. En el año futbolístico que recién terminó, de 34 partidos posibles, dirigió 32, porque recibió en cada torneo una tarjeta roja. De esos 32 partidos, tres finalizaron con victoria, dos fueron empate y se acumularon 27 derrotas.
En Puebla femenil dirigió al primer equipo los torneos de los años 2019, 2020 y parte del Clausura 2021. Destaca que un año después de haber sido cesado de Puebla, fuera contratado por Necaxa para ser auxiliar técnico con futbolistas menores de edad, en la LIGA MX Femenil Sub 17, torneo Clausura 2022.
El 09 de febrero de 2021, el club Puebla publicó un comunicado en redes sociales en el que anunciaba la salida de Jorge Gómez. Sin embargo, a fecha de hoy no se puede abrir el enlace para conocer si señalan los motivos del despido, solo que los comentarios y citas en la red social ahora llamada “X”, no hacen pensar que el club evidenciara comportamientos faltos de ética profesional, que no quiere decir que no los hubiera. Aficionados poblanos señalan una falta de resultados deportivos positivos, mientras que las jugadoras escucharon rumores, a la llegada de Gómez al Necaxa, sobre comportamiento indebido de su parte, para con futbolistas del Puebla.
¿Qué deseo que sí pase con este terrible y lacerante caso? Que haya reparación del daño a todas las jugadoras del Necaxa, víctimas directas e indirectas de Jorge Gómez, que se garantice la no repetición de abuso de poder ni de hostigamiento sexual, y otros delitos; que se aplique el protocolo de hoy y en adelante, y que lo mejoren para concretar espacios libres de violencias para todas las mujeres. Que la Federación Mexicana de Futbol y la Liga se involucren y den seguimiento al caso para garantizar que el Club Necaxa proceda de manera adecuada; hasta este miércoles la Liga BBVA MX femenil no se había pronunciado públicamente sobre el caso. Que se proteja, en resumen, a las futbolistas y se cree un entorno sano y propicio para su desarrollo personal y profesional.
Parto del principio de presunción de buena fe, es decir, le creo a las futbolistas que han denunciado a Jorge Gómez, más que del principio de inocencia del agresor, ambos contemplados en el Protocolo Modelo contra el Acoso y Hostigamiento. Entonces, para mí, Jorge Gómez tiene que ser investigado y, de hallarse culpable, también enfrentar a las autoridades gubernamentales penales, por los delitos que se le acusan. El protocolo incluso incluye una inhabilitación que, por lo que se le atribuye, puede ser aplicada:
“Sanciones graves. En los casos en que la sanción sea la rescisión laboral, podrá plantearse, además, una inhabilitación de un mínimo de dos años y un máximo de cinco años para volver a colaborar con cualquier club afiliado a la FMF o en actividades bajo la jurisdicción de la Liga MX y/o FMF”.
Si al ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, la FIFA le sancionó con una inhabilitación de tres años para participar en actividades relacionadas con el fútbol, después del beso sin consentimiento a una futbolista en el Mundial de este año y de cometer otros actos irrespetuosos y abusivos del poder, entonces, con lo que se le atribuye a Jorge Gómez, qué corresponde.
Estamos con ustedes, Centellas. Me sumo a las peticiones de justicia y de igualdad de género, y hacemos un llamado a cada persona, sobre todo a las que se reconocen como masculina, a hacerse cargo de sus violencias y erradicarlas.
El dato: avances en el protocolo
Hay un comunicado de la Liga MX fechado en septiembre de este año en el que indica que “se han realizado tres talleres de capacitación con 141 personas de los clubes afiliados en posiciones estratégicas, así como con personal de la AMFPRO y 41 trabajadores de Liga MX y FMF”. Esto, en el contexto de la elaboración y difusión del Protocolo Modelo contra el Acoso y Hostigamiento.
Al pie, el comunicado informa que los temas en los que fueron capacitadas dichas personas fueron:
– Sensibilización y conceptualización del Acoso y Hostigamiento Sexual, así como de otras expresiones de Discriminación en el ámbito laboral y deportivo del futbol profesional en México.
– Elaboración de ruta crítica para la adopción del protocolo en los Clubes – Presentación de Diverso organismos integrales y sensibilización en material de igualdad, no discriminación y no violencia en razón de género.
– Capacitación sobre el contenido del protocolo para su adecuada adopción.
La Liga informó en ese texto de septiembre que faltan las siguientes acciones a emprender, en siguientes etapas:
– Capacitar a las Comisiones de Género y no Discriminación in situ.
– Realizar una campaña de comunicación interna y externa sobre prevención de violaciones y discriminación.
– Capacitaciones con todas las y los jugadores de las distintas divisiones y selecciones de la Liga MX, Liga MX Femenil y Selecciones Nacionales, respectivamente.
Sobre la autora
Miriam Padilla nació en la tierra de la torta ahogada y se sabe una apasionada del futbol. Estudió Periodismo en la Universidad de Guadalajara y la maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del ITESO. Ha dedicado su tiempo y energía a espacios como el periódico El Informador, a blogs deportivos independientes, y al activismo y la construcción con mujeres, desde el colectivo ciclista Femibici.